Una vidriera en la noche es un muro opaco, tan sombría como la piedra en la que está engarzada. Es necesaria la luz para que la sinfonía de colores cante, pues las relaciones constituyen su música. En vano se describirán sus colores, en vano se describirá el sol que los hace vivir. Conocemos el encantamiento de la vidriera al exponerla ante la luz del sol que la revela, transparencia a través de su mosaico de cristal. (Maurice Zundel)